1. |
Triturar los anacardos, la avena y el coco rallado en un procesador de alimentos. |
2. |
Derretir al baño maría el aceite de coco, la mantequilla y la miel. |
3. |
Poner en un bol todo lo anterior y mezclar bien. |
4. |
Trocear el chocolate y añadir a la mezcla. Amasar un poco para que se distribuya bien el chocolate. |
5. |
Coger porciones con la mano y dar forma de bolita (del tamaño que queráis). |
6. |
Meter en la nevera y ¡comerlas. Se conservan perfectamente varios días, ya que no llevan nada que se ponga en mal estado. También las podéis congelar, tras la descongelación están exactamente igual. |