1. |
Cortar la patata en trozos medianos y a su vez en láminas. Picar la cebolla en trozos más bien pequeños. |
2. |
Poner el aceite en una sartén mediana, calentar el aceite y echar la cebolla. Sofreírla a fuego lento hasta que esté tierna. Añadir las láminas de patata y freírlas a fuego lento. |
3. |
Mientras fríen las patatas, cascar los huevos en un bol y batirlos bien. Añadir una pizca de sal al huevo batido. Una vez las patatas tiernas echarlas en el bol con el huevo batido y mezclarlo bien. En la misma sartén donde se ha frito la cebolla y la patata, sin el aceite, echar la mezcla de huevo batido, cebolla y patata. Repartir bien la mezcla con ayuda de una cuchara de madera y calentar a fuego medio-lento. |
4. |
Dejar que cuaje la mezcla (el tiempo que se deje cuajar dependerá de lo más o menos jugosa que nos guste la tortilla). Cuando se considere echo por un lado, se coge un plato un poco más grande que la sartén que se utiliza, se sujeta la sartén por el mango y se colega el plato encima de la sartén bocabajo y se le da la vuelta a la sartén, el plato quedará con el lado de la tortilla echa hacia arriba. Deslizar muy suavemente la tortilla que aún está sin hacer por el lado que toca el plato en la sartén otra vez pera hacer esa parte. Dejar unos 3-5 minutos dependiendo del gusto por esta cara. Para sacarla de la sartén igual que para darle la vuelta: se coloca el plato bocabajo (con el culo mirando arriba) sobre la sartén y se le da la vuelta a la sartén, tortilla lista. |